Con un homenaje a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, el Presidente Municipal de Santiago, David de la Peña Marroquín, y su esposa, la Presidenta del DIF, Olga Amalia Villalón Toba, realizaron el encendido de la décima edición de los “Altares de los Nuestros”, un tradicional altar de muertos con figuras colosales, instalado en las escalinatas de la Parroquia Santiago Apóstol.
Entre chisperos, luces, papel picado y flores de cempasúchil, emergieron las enormes figuras de más de cuatro metros de altura representando al comediante y algunos de sus personajes, como El Chapulín Colorado, El Chavo del Ocho, El Chómpiras, el Doctor Chapatín, El Chanfle y Chaparrón Bonaparte.
Al encender los “Altares de los Nuestros”, el Alcalde destacó la importancia de preservar las tradiciones culturales de México, como el Día de Muertos, para fortalecer el patriotismo, la identidad y el arraigo.
“Muchísimas gracias por darse cita en esta tradición mexicana, donde recordamos a nuestros ancestros, a nuestros antepasados, que ya no están con nosotros, pero aún siguen en nuestras mentes. Hoy hacemos homenaje a un gran personaje artístico, el gran “Chespirito”, que ha sido parte de la infancia y la juventud de muchos mexicanos”, señaló.
Un grupo de más de 20 catrinas y catrines enmarcaron el evento, pasearon entre los cientos de asistentes y posaron para selfies.
Para cerrar el festejo, la cantante santiaguense de 14 años de edad, Nicol Rodríguez, interpretó temas alusivos, como “Recuérdame”, de la película “Coco”; “Confieso”, de Kany García, y “Fantasmas”, de Humbe, sin faltar la tradicional “La Llorona”.
Los “Altares de los Nuestros”, que incluyen también una calavera del gran actor y comediante británico del cine mudo, Charles Chaplin, en el centro de la Plaza Ocampo, permanecerán en exposición hasta el próximo 19 de noviembre.
Las figuras colosales, de aproximadamente 4.5 metros de alto, fueron elaboradas por el artesano santiaguense Javier Zarazúa.
“Altares de los Nuestros” es considerado como el mayor festival de Día de Muertos que se realiza en el noreste de la República Mexicana y en la década que se ha llevado cabo ha recibido a cerca de 150 mil visitantes cada año.